"La gente compra con lo que tiene en la mano": la cruda realidad del consumo según supermercadistas

>Consultado sobre las versiones gubernamentales que niegan el endeudamiento masivo para comprar alimentos, Simons fue contundente: "la gente solamente destina dinero a pagar servicios y lo poco que le queda a consumir. No se endeuda nada, en el sentido de que no tiene cómo endeudarse, que directamente no tiene resto para endeudarse".
>Según Simons, los clientes de supermercados pymes "compran tan poco, compran con lo que tienen en la mano". Solo ocasionalmente utilizan tarjetas de crédito en tres pagos cuando hay beneficios específicos en los supermercados mayoristas, pero la norma es comprar únicamente lo que se puede pagar al momento.
>Simons fue categórico al desmentir cualquier mejora en el consumo: "el consumo nunca [creció], porque hay un error de concepto. La inflación no significa mayor consumo ni que el salario... viene de una base muy, muy baja".
>El supermercadista explicó que aunque es beneficioso que no haya inflación, "como el salario quedó tan atrasado, la rentabilidad del negocio quedó tan atrasada", la situación no mejora automáticamente. "A mí me sirve que no haya inflación para que mi salario no siga perdiendo valor, pero ya perdió tanto que de por sí no alcanza para consumo", detalló.
>Simons puso números concretos a la crisis: "el empleado en relación de dependencia, cada vez son menos. Hoy más o menos promedia 800.000 pesos, 900.000, 1 millón de pesos. Un millón de pesos, una familia de cuatro, ya sabemos que apenas le alcanza para sobrevivir".
>Para que el consumo realmente crezca, según el referente, "ese empleado tendría que ganar 1.300.000, pero la inflación se mantiene baja. Ahí sí va a aumentar el consumo porque realmente el salario va a tener buen poder adquisitivo".
>La situación laboral en los supermercados pyme es dramática. Simons confirmó que "absolutamente ningún supermercado está generando nuevos puestos de trabajo", salvo algunos muy estructurados que mantienen "la mínima plantilla".
>"Se maneja con la familia y con lo que tienen, si se va alguno no se reemplaza. Es imposible", afirmó. La razón es económica: "hoy un empleado cuesta para tenerlo en blanco. Imagínese con un pequeño comercio que necesita dos, tres empleados, la cantidad de dinero que necesita ganar para pagar eso".
>Simons abordó una realidad incómoda pero extendida: "la cantidad de impuestos que se pagan hacen que directamente el comerciante opte por no jugársela y delinquir, porque todos sabemos que no pagar, tener un empleado en negro es delinquir, pero directamente optar por ese lado porque le es imposible ponerse al reglamento con la ley".
>"No es que quiera ser un delincuente, no tiene más remedio por el alto costo que tiene tener un empleado en relación de dependencia", explicó, agregando que esto se convierte en "una espada de Damocles porque después tiene un juicio, se lastima el empleado, no tiene ART, todo está atado con alambre".
>Sobre la apertura de importaciones impulsada por el gobierno de Javier Milei, Simons señaló que en el sector pyme "nada, cero, no hemos recibido ni oferta de productos importados con mejor precio ni nada por el estilo".
>Sin embargo, fue crítico con la metodología gubernamental: "no puede tener un tigre criado en cautiverio y de repente abrirle la jaula y largarlo y decirle 'salí y rebuscate'. Eso fue un error de este Gobierno".
>Simons proporcionó estadísticas devastadoras sobre la caída del consumo en la provincia:
>Pan: 53% de caída en el consumo
>Confitados: 78% de caída
>Tortas: 84% de caída
>"La gente primero que ya no pide 1 kg de pan, pide por lo que tiene en la mano", describió la nueva realidad del consumo.
>El referente confirmó un cambio radical en los hábitos de consumo: "Lo que va a seguir consumiendo es justamente eso: todo lo que es harina, o sea fideos, pan, arroz, lo básico". También mencionó "la terrible caída del consumo de carne y el aumento de consumo de cortes más baratos como el pollo".
>En cuanto a las marcas, Simons fue terminante: "la gente ya no compra marca, compra precio. La gente busca lo que le da el bolsillo". Como ejemplo, citó que "lo único que se fija es que, por ejemplo, el aceite sea de girasol y después no importa la marca".

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